El día a día en el trabajo de los emprendedores es muy dinámico, para nadie es un secreto que hay muchas dimensiones en las que se desenvuelve el micromercante, en principio, en su dimensión empresarial, lo cual implica ser un “TODÒLOGO”; experto en finanzas, comercialización, producción, recursos humanos, organización, etc.; dimensión que debe mantenerla coherente y productiva si desea establecer una ruta adecuada de desarrollo.

A esta primera dimensión, hay que sumar la dimensión familiar (hijos, hermanos y padres), la dimensión afectiva eros (pareja), la dimensión de autorrealización (sus propias y naturales expectativas), la dimensión formativa (educación y desarrollo), la dimensión de creencias (tener o no tener una fe confesional), la dimensión amical (conjunto de amistades que se van forjando de diferentes ámbitos) y la dimensión prospectiva (interrelación permanente con otras personas).

La experiencia nos enseña que un emprendedor exitoso sabe mantener en equilibrio todas las dimensiones en las que coexiste. Eso no significa que exitoso debe significar que siempre está bien en todas sus dimensiones, lo cual sería ilógico e insano creer que una persona, independiente si es o no emprendedor, pueda tener en su vida una constante de éxito en cada uno de las dimensiones que involucra su vida total.

Lo que se pretende dar a conocer, es que, el emprendedor exitoso sabe establecer un equilibrio en todas las dimensiones en las que interactúa en beneficio del propio negocio y de él como ser humano.

Para lograr esto, el micromercante exitoso diferencia de manera marcada las situaciones en las que sabe identificar si se encuentra ante “un árbol o ante un bosque de árboles”.

El refrán popular “El árbol no te deja ver el bosque” coincide con actitudes y/o percepciones en los que a veces algunos micromercantes ingresan ante la aceleración de la vida ordinaria, en la que deben conjugar sus dimensiones.

Este refrán nos dice que no debemos concentrar nuestra atención solo en el árbol –situación–, porque sería una verdad parcial, para ver la verdad completa debemos ver todo el bosque, porque en él encontraremos la variedad de árboles, plantas y arbustos y un sinnúmero de otras especies botánicas. Viendo el árbol solamente observaremos a algunos pájaros –léase OPORTUNIDADES de solución– que se posan en él, pero hay miles de otros pájaros que habitan en la magnitud del bosque. En nuestra vida empresarial ocurre lo mismo cuando nos encerramos en nuestras ideas y no abrimos nuestra mente para que accedan nuevos conocimientos que los hay a borbotones por doquier. En el mundo entero, la ausencia de valores esenciales como lograr nuestros objetivos con dedicación, perseverancia y esfuerzo, han sido cambiados por la crítica sin fundamento, el centro de confort y el subjetivismo.

A lo extenso de nuestro recorrido empresarial siempre encontraremos situaciones difíciles –eso no es ningún secreto–, la gran diferencia se dará en la respuesta que daremos ante la situación… ¿La responsabilidad siempre es de otros cuando no logramos tener éxito en un emprendimiento?… ¿He comprendido la relatividad cíclica de mi negocio en cuanto a flujo de activo líquido?…  ¿El árbol (situación) que está delante mío es realmente lo que importa en el desarrollo de mi negocio?… ¿Es el árbol en verdad lo que me ocasiona las contingencias actuales?… ¿Estoy fijándome en la evolución de otros negocios y no concentro atención a la realidad de mi negocio?…

Éstas últimas interrogantes, son prioritarias en el empresario exitoso; y es que, un emprendedor de desarrollo proactivo asume directamente que él es el único responsable de su éxito o fracaso, conoce el contenido cíclico del negocio y toma las decisiones de gasto o inversión de acuerdo a tal ciclo, todas las situaciones que se le presenta en el negocio las analiza detalladamente para saber si es causa o consecuencia lo que tiene delante suyo, define los componentes de cada situación para solucionarlas de manera integral y, sobretodo concentra su atención en su negocio, ciertamente hace benchmarking pero para su uso de progreso y no para uso de crítica a los demás.

A eso se debe el éxito del EMPRENDEDOR EXITOSO.

José Gómez

jgomez@gbxresources.com

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